Santo Tomás de Aquino: Guía Espiritual y Seguidor de Cristo
A menudo encontramos la vida de la mente en oposición a la vida espiritual. Sin embargo, ¿es esta una oposición justa? Tomás de Aquino puede ser nuestro guía para resolver esta tensión.
Ya sea a través del podcast “Pints with Aquinas” o del curso Aquinas 101 en YouTube, muchas personas hoy en día se dan cuenta de la importancia de Tomás de Aquino como guía intelectual para nuestro tiempo. Sin embargo, lo que a menudo se pierde es que Tomás de Aquino no es solo un guía intelectual, sino también un profundo guía espiritual.
A menudo encontramos la vida de la mente en oposición a la espiritualidad o al misticismo. Sin embargo, ¿es esta una oposición justa? Tomás de Aquino puede ser nuestro guía para resolver esta tensión.
Uno de los lemas no oficiales de la Orden Dominicana es “contemplar y compartir los frutos de la contemplación”. Encontramos una de las primeras articulaciones de este lema en los escritos de Tomás de Aquino. Mientras Tomás de Aquino discute esta frase cuando habla de la relación entre el activo y el vida contemplativa en su Summa Theologiae, también encontramos discutida esta expresión cuando Tomás de Aquino habla de la vida de Cristo en el Tercera parte de las Summa cuando examina por qué Cristo vivió una vida con otras personas en lugar de una vida solitaria.
Contemplar y luego compartir los frutos de la contemplación no es, por tanto, un tópico vacío o un ideal. Es más bien una descripción de la vida de Cristo., y es así un modelo para todos los cristianos. Todo cristiano debe tratar de comprender los grandes misterios de Dios, guiado por el don de la fe, y luego compartir los resultados de esta investigación con los demás. Esta es la vocación que todo cristiano posee en virtud de su bautismo y confirmación. Buscar comprender los misterios de la fe es imitar a Cristo, quien, estando en el seno del Padre, entendió los misterios ocultos de Dios y compartió ese conocimiento con nosotros.
Tomás de Aquino encarnó bien esta vocación cristiana. Por eso la Iglesia lo tiene como modelo para todos nosotros. Tomás de Aquino vivió una vida modelada según la vida de Cristo, buscando diligentemente comprender las verdades de la fe para poder guiar a otros a un amor más profundo por Dios.
Sigamos, pues, por intercesión de Santo Tomás sus huellas, orando con él: “Dame, Señor Dios mío, comprensión de Ti, diligencia para buscarte, sabiduría para encontrarte, discurso siempre agradable a Tú, la perseverancia en esperarte y la confianza en finalmente abrazarte”.[ 1 ]
[ 1 ] Robert Anderson y Johann Moser, eds., "Prayer For Ordering a Life Wisely", en El Libro de Oraciones de Aquino: Las Oraciones e Himnos de Santo Tomás de Aquino (Manchester, NH: Sophia Institute Press, 2000), 13.
Hermano Nathaniel María Mayne, OP | Conoce a los Hermanos en Formación AQUÍ