La Encarnación: La historia de Dios acerca de Dios

¡Una efusión del Inefable!

¡Prepárate para Dios Encarnado en esta temporada de Adviento! A continuación se muestra la última de tres publicaciones de blog sobre la Encarnación. ¡Lea la primera y la segunda entrega haciendo clic en los enlaces a continuación!

La Encarnación: ¡Oh Ven, Divino Mesías!

La Encarnación: El Rostro de Dios


La historia de Dios acerca de Dios

¿Conoces la sensación de querer decir algo, pero tener dificultades para encontrar una palabra adecuada? Creo que probablemente lo hagas.

Y hay otro sentimiento similar, cuando entiendes algo bastante bien, digamos el teorema de Tales o Pitágoras. Sabe cómo aplicar ecuaciones pero no puede explicárselas a otra persona. Simplemente no sabes cómo transmitir tus conocimientos. ¡Es tan frustrante!

Y hay un problema más, bien conocido por los amantes. Tienen un deseo ardiente de expresar su amor el uno al otro, su profunda aceptación mutua, su alegría en cada uno de los afectos del otro, en la existencia misma del amado. Pero el simple "te amo" parece extremadamente trivial comparado con la profunda satisfacción de la relación. Es casi imposible expresar todas estas hermosas emociones y pensamientos.

En estos días de Adviento estamos mirando a Dios, que se encuentra en tal situación. Trató de comunicarse con nosotros, pero todas las palabras que dijo resultaron ser insuficientes. Dios quería expresarse a sí mismo, su gran amor y aceptación por ti y por mí. Él deseaba contar una historia que abarcara Su belleza y felicidad y la maravillosa invitación a la comunidad con Él. Sin embargo, la creación, los profetas, los pactos, los mandamientos y todos los métodos anteriores parecían inadecuados, casi triviales. 

Cada Navidad nos recuerda el maravilloso misterio de la Encarnación. La historia de la falta de comunicación ha terminado. A Dios se le ocurre la idea de cómo expresarse a sí mismo de manera definitiva y perfecta. La Palabra de Sí Mismo en Su mente, que estaba ansiosa por salir, ha sido dicha. Su gran amor y sabiduría, Su fuerza y ​​belleza, se hizo humano. ¡Qué asombrosa idea de Dios! Cuando Dios se expresa completamente, ¡Él se vuelve humano! El idioma más íntimo que Él habla es el idioma que es Su Hijo: Jesús. Sin embargo, eso no es todo. Podemos contemplar este momento particular en el que Dios muestra cómo se comprende y se comunica. Este mensaje tiene la forma de un pequeño bebé rosado que llora y que no puede decir ninguna palabra ni entender nada. Es Jesús ahora quien necesita aprender nuestro lenguaje y nuestras formas de entender.

A veces, cuando nos enfocamos demasiado en nosotros mismos, nos consideramos incapaces de responder a Dios. ¿Cómo debemos hablar con Él? ¿Qué necesitamos decir? ¿Qué oración es la más adecuada? Sin embargo, de esta manera, perdemos un tremendo mensaje de la Encarnación, que es la forma del infante. Mira al bebé. Dios revela Su poder y sabiduría en esta forma. ¿Debemos tener miedo y confusión al hablar con un bebé? De ninguna manera. Él viene a nosotros de esta manera inocente y vulnerable, por lo que no necesitamos seguir un método sofisticado, sino simplemente acercarnos a Él cuando nos acercamos a un pequeño ser humano, y lo abrazamos con ternura.


La época navideña es época de encuentros, por lo que probablemente tendrás la oportunidad de tener un bebé en brazos. Tal vez tengas uno propio, o tal vez tus hermanos o amigos tengan uno. En ese momento, déjate sentir esa personita suave, llena de amor y calidez, invitándote a mostrar tu bondad.

Os animo a contemplar este destello de la delicada y silenciosa revelación de Dios. Su sencilla presencia entre nosotros se ha convertido en uno de los mayores secretos de nuestra fe. Este es el lenguaje más divino que habla Dios.



Hermano Piotr Tasak, OP | Miembro de la Provincia de Polonia | Conoce a los Hermanos en Formación AQUÍ